Chikungunya y mosquito tigre:
lo que debe hacer para protegerse.
Un pequeño insecto se ha apoderado de la actualidad informativa.
Es el Aedes albopictus, conocido coloquialmente como mosquito tigre, que se diferencia de sus primos porque vuela bajo y pica especialmente de día, pero sobre todo por su aspecto: pequeño, negro y con rayas blancas, especialmente llamativa la línea blanca que le atraviesa la cabeza y el tórax.
Este mosquito transmite la enfermedad del chikungunya, endémica en África y en el Sudeste de Asia.
La autoridad europea de salud pública comenta que lo que ha ocurrido en España no es una sorpresa. “Europa es vulnerable a la transmisión autóctona del virus chikungunya, como lo pone de manifiesto el brote que tuvo lugar en Italia en 2007 ó los casos de los que ha informado Francia en 2010 y 2014”, aseguran. Y piden extremar las precauciones e informar a la población.
Y es que el mosquito tigre cada vez se encuentra más a gusto en muchos países donde el clima templado favorece su expansión.
Los viajeros internacionales infectados introducen todos los años el virus, así que se esperaba para cualquier momento la transmisión autóctona, como finalmente ha ocurrido.
¿Qué es la enfermedad de chikungunya y cómo se transmite?
Antes de hablarle de la enfermedad quiero tranquilizarle: usted no va a morir de chikungunya.
El chikungunya es una enfermedad viral provocada por un virus de la familia Togaviridae. Los humanos son el reservorio principal del virus y los mosquitos el vector, es decir, quienes lo transmiten. Eso significa que, para que haya transmisión, un mosquito tiene que picar a dos personas: a una primera persona que tenga la enfermedad y a una segunda, sana, a quien inocula el virus.
Por lo tanto, no se transmite de persona a persona (a través de contacto, alimentos o por el aire), sino que el virus necesita un “medio de transporte”, papel que cumple el mosquito. Cuando el mosquito pica a una persona que tiene chikungunya, el virus se multiplica en sus glándulas salivares y a partir de ese momento lo transmite al picar a otras personas.
Cuando una persona es contagiada, entre tres y siete días después el virus le causa fiebre alta, dolor de cabeza, dolor de espalda y erupciones cutáneas. Puede haber complicaciones como miocarditis, hepatitis, trastornos oculares y neurológicos.
Pero lo más característico de la enfermedad son los dolores intensos en las articulaciones (los tobillos, las muñecas y las manos suelen ser las más afectadas, pero también puede afectar a articulaciones más grandes como rodilla, hombro y columna vertebral), tan fuertes que pueden incapacitar a una persona no sólo para poder caminar, sino incluso para hacer el mínimo esfuerzo con las manos. Un porcentaje de personas sufren la enfermedad sin síntomas.
El único tratamiento consiste en aliviar los síntomas.
La mayoría de los pacientes se recuperan en una a tres semanas sin secuelas, pero en algunos casos los dolores articulares persisten incluso durante varios meses o años o de forma ya crónica, e incluso pueden sufrir secuelas neurológicas, psicológicas y dermatológicas.
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Rara vez causa la muerte y, cuando ocurre, suele tratarse de ancianos que sufren enfermedades crónicas (diabetes, hipertensión, etc.).
Cómo evitar contagiarse
Para evitar ser picado por los mosquitos, las autoridades animan a utilizar ropa que cubra (manga larga y pantalón o falda largos). Es un consejo de sentido común, pero teniendo en cuenta que el mayor riesgo se encuentra en el litoral mediterráneo, que estamos en verano y que el mosquito tigre “sale de caza” durante el día, no es esperable que se ponga en práctica de forma general.
Así que aquí van otros consejos:
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Además de huir de las zonas donde vea que hay mosquitos, evite las zonas de charcos, no lleve perfume y evite ingerir alimentos ricos en aromas (quesos, cerveza…) que atraen a los mosquitos.
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Los mosquitos también se sienten especialmente atraídos por los olores corporales y por los diferentes gases emitidos por los seres humanos: dióxido de carbono, ácido láctico y ácido butírico, amoníaco, etc. Por eso, una buena higiene y una digestión sana le harán menos atractivo para los mosquitos.
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También es conveniente eliminar de su casa y alrededores las zonas con aguas estancadas, pues es allí donde las hembras del mosquito ponen sus huevos (por ejemplo, en jarrones y recipientes abandonados, macetas y sus platos, canalizaciones de lluvia mal drenadas, los neumáticos almacenados en el exterior, residuos…). Tape los tanques y depósitos de agua de uso doméstico para que no entre el mosquito y evite acumular basura.
Si se encuentra en una zona en la que pueda haber mosquitos tigre, para evitar que entren en casa es útil utilizar mallas o mosquiteras en puertas y ventanas. El tamaño de la malla (inferior a 1,5 mm) y la resistencia del material son puntos importantes.
También puede utilizar repelentes naturales: la citronela, la melisa, el tomillo, la lavanda, el geranio y el piretro, para su uso como aceite esencial aplicada en la piel diluido en aceite de almendra dulce.
Los insecticidas son ineficaces, en particular contra las hembras.
En caso de ser absolutamente necesario, elija un difusor eléctrico de repelente antimosquitos.
Por supuesto, no los utilice de forma habitual y prolongada, especialmente en las habitaciones de niños pequeños.
Lo más importante es evitar y destruir los criaderos del mosquito donde se ha detectado su presencia (en Gandía, por ejemplo, ya se han instalado trampas para capturarlos) e igualmente evitar su circulación. En ese sentido es muy interesante el proyecto “AtrapaelTigre.com”, un sistema de alerta ciudadana coordinado por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) para investigar, seguir y controlar la expansión del mosquito mediante el descubrimiento de ejemplares y lugares de cría de los que informan los ciudadanos.
Cualquier persona puede descargarse la App en su teléfono móvil y a través de él fotografiar el mosquito o un lugar de cría que considere sospechoso (en su jardín o terraza, en un parque público…) y enviarlo a los expertos entomólogos, que los estudian y deciden. Así se va elaborando un mapa interactivo del mosquito tigre con casos probables y confirmados. Y así se sabe, por ejemplo, que el mosquito ya ha llegado a Málaga y ya han aparecido los primeros ejemplares sospechosos en Madrid, San Sebastián, Santander y hasta en Galicia.
Y es que el mosquito se puede dispersar a gran velocidad por el territorio, viajando en medios de transporte públicos o en coches privados.
Debe saber también que el Aedes albopictus no sólo transmite la enfermedad de chikungunya. También transmite el dengue y la fiebre amarilla, la fiebre de Ross, la del valle del Rift, encefalitis japonesa y otras enfermedades.
El periodo de mayor actividad del mosquito tigre en nuestro país es de mayo a noviembre. Es una especie invasora que ya se ha adaptado y vive perfectamente alrededor de las viviendas, tanto dentro como fuera, buscando sus lugares de cría en cualquier sitio con algo de agua.
Los expertos consideran que la población española es muy vulnerable a la infección de chikungunya, al no haber estado antes expuesta al virus. Pero creen que los síntomas se presentarán durante un periodo corto de tiempo y los afectados se recuperarán sin secuelas, así como que después desarrollarán inmunidad que les protegerá de volver a ser infectados.
¿Qué hacer si sospecha que tiene chikungunya?
Si sospecha que puede haber sido infectado, acuda al médico. Esto es especialmente importante en el caso de mujeres embarazadas (la fiebre de chikungunya parece tener repercusión en el riesgo de abortos espontáneos), recién nacidos o niños de corta edad, ancianos y personas con otras enfermedades que pudieran agravarse.
En un primer momento quizá dude si se trata de otra enfermedad y debe tener mucho cuidado y evitar la aspirina, debido al riesgo de hemorragia o síndrome de Reye.
Recuerde que los tratamientos convencionales sólo actúan sobre los síntomas del chikungunya (analgésicos, antiinflamatorios) y no existe vacuna.
Sin embargo, tal vez haya un tratamiento natural eficaz
Tomar cloruro de magnesio a altas dosis (20 g por día). En 2006 estalló una gran controversia cuando los auxiliares sanitarios de la isla francesa de Reunión (que en esos años sufrió una gran epidemia, con 265.000 afectados de una población de 770.000, de los que murieron 236) constataron la eficacia de la ingesta de 20 g/día de cloruro de magnesio, que actúa contra el propio virus. A pesar de los excelentes resultados en la práctica, las autoridades médicas han desaconsejado este tratamiento.
Ahora ya sabe bien quién es el mosquito tigre, qué enfermedades transmite, la realidad de la enfermedad de chikungunya y cómo protegerse. Pero sobre todo, recuerde: tranquilidad.
Información para usted
Juan Carlós Lozada L.
Naturopata.
P.D.: ¿Sabe de dónde viene el nombre de la enfermedad de chikungunya? “Chikungunya” es una palabra de la lengua Kimakonde (o makonde), de origen bantú y que hablan algo menos de un millón y medio de personas de algunos grupos étnicos de Tanzania (donde se describió por primera vez la enfermedad en 1952) y Mozambique. Significa literalmente “doblarse”, en alusión al aspecto encorvado de los pacientes debido a los dolores articulares que sufren con la enfermedad.